julio 27, 2024

Semillas ancestrales y diversidad genética: una visión hacia la agricultura sostenible

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El concepto de semillas ancestrales ha sido objeto de debate en el ámbito de la agricultura sostenible. Aunque estas semillas son consideradas una alternativa a la industria de semillas dominada por patentes y ganancias globales, es importante reconocer que los sistemas de semillas y alimentos deben ser capaces de cambiar y adaptarse en tiempos de caos climático1. Como agricultores preocupados por la sostenibilidad, es fundamental abrazar la diversidad de semillas dinámicas y regionales.

Semillas ancestrales y diversidad genética

Las semillas ancestrales, también conocidas como semillas «heirloom», son variedades de polinización abierta que se reproducen de manera fiel a su tipo, es decir, producen plantas idénticas a sus progenitores y datan de antes de la Segunda Guerra Mundial1. Aunque estas semillas tienen un valor histórico y cultural, es importante no limitarse a la nostalgia y considerar cómo las semillas pueden evolucionar y adaptarse a las condiciones cambiantes.

La diversidad genética en las semillas es crucial para la adaptación regional y la resiliencia frente al cambio climático. Al cultivar y guardar semillas de variedades diversas, se inicia un proceso de adaptación regional en el que los cambios genéticos sutiles a lo largo de múltiples generaciones pueden dar lugar a una variedad específicamente adaptada a un lugar1.

Agricultura sostenible y adaptación al cambio climático

La agricultura sostenible busca métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente que permitan la producción de cultivos o ganado sin dañar al ser humano o a la naturaleza2. En este contexto, es fundamental fomentar la diversidad genética en las semillas y promover prácticas agrícolas que se adapten a las condiciones climáticas cambiantes.

Una forma de fomentar la agricultura sostenible es a través de la agricultura local y los huertos comunitarios2. Además, es importante explorar enfoques tecnocéntricos que incluyan sistemas de cultivo orientados a la conservación, la intensificación sostenible y la biotecnología para satisfacer la creciente demanda de alimentos2.

Conclusión

En lugar de centrarse únicamente en las semillas ancestrales, es esencial abordar la diversidad genética y la adaptación regional en la agricultura sostenible. Al cultivar y guardar semillas de variedades diversas, se pueden desarrollar sistemas de alimentos resilientes y adaptados al cambio climático. Además, es fundamental promover prácticas agrícolas sostenibles y enfoques tecnocéntricos que permitan enfrentar los desafíos del cambio climático y garantizar la seguridad alimentaria a nivel mundial.

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